La saturación de oxígeno es un indicador vital de la cantidad de oxígeno disponible en la sangre. Cuando los niveles de saturación son óptimos, garantizan que las células del cuerpo reciban la cantidad adecuada de oxígeno. Sin embargo, cuando la saturación de oxígeno es baja, pueden surgir diversos problemas de salud. En este artículo, exploraremos qué sucede cuando una persona está desaturada y cómo afecta a diferentes partes del cuerpo.
¿Qué es la desaturación?
La desaturación se refiere a un nivel bajo de saturación de oxígeno en la sangre. Normalmente, se considera que un porcentaje entre el 95% y 100% es saludable. Cuando la saturación de oxígeno desciende por debajo del 90%, se produce hipoxemia, que es la falta de oxígeno en la sangre. Esto puede provocar diversos síntomas, como dificultad para respirar.
La hipoxia es otro término relacionado, que se refiere a la falta de oxígeno en los tejidos del cuerpo. Diferentes tejidos y órganos tienen diferentes niveles de sensibilidad a la hipoxia, lo que significa que algunos pueden presentar síntomas antes que otros.
¿Qué le sucede al cuerpo cuando la saturación de oxígeno es baja?
La respiración es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo, por lo que una baja saturación de oxígeno puede tener efectos perjudiciales en diferentes partes del organismo. A continuación, se describen algunos de los principales impactos de la desaturación:
El cerebro
El cerebro depende del oxígeno para su correcto funcionamiento. Cuando la saturación de oxígeno es baja, las células cerebrales pueden morir debido a la falta de oxígeno. Esto puede dar lugar a problemas mentales como confusión y pérdida de memoria a largo plazo. Si experimentas estos síntomas junto con otros signos de baja saturación de oxígeno, como hormigueo en los dedos y tos crónica, es importante buscar atención médica de inmediato.
A medida que los niveles de oxígeno en la sangre disminuyen, el suministro de oxígeno al cerebro se ve afectado. Esto puede tener un impacto negativo en diversas funciones cognitivas, lo que puede manifestarse en episodios intermitentes de confusión, incertidumbre o desorientación.
Las células
Una baja saturación de oxígeno priva a las células de su fuente de energía. La fatiga, el letargo y la debilidad muscular son síntomas comunes de falta de energía. Las células necesitan oxígeno para funcionar correctamente, y cuando no reciben suficiente, no pueden responder de la misma manera que cuando tienen un suministro adecuado. Si experimentas fatiga extrema, es posible que estés sufriendo de baja saturación de oxígeno. Un análisis de sangre simple con un oxímetro puede proporcionar resultados claros.
Saturación de oxígeno baja en pacientes con COVID-19
Los pacientes con COVID-19 a menudo presentan niveles bajos de oxígeno en la sangre, aunque no siempre experimentan sensación de falta de aire o respiración acelerada. Según investigaciones recientes, la infección del cuerpo carotídeo por el virus del COVID-19 en las etapas tempranas de la enfermedad puede alterar la capacidad para detectar los niveles de oxígeno en la sangre.
El COVID-19 ha cobrado la vida de millones de personas en todo el entorno y puede tener efectos a largo plazo en aquellos que se han recuperado de la enfermedad. Por tanto, es fundamental seguir cuidándonos, evitar la propagación y prevenir el contagio. Esto implica mantener la distancia social, lavarse las manos de manera regular y utilizar mascarillas de forma adecuada.
La desaturación en medicina se refiere a una baja saturación de oxígeno en la sangre, lo que puede tener graves repercusiones en diferentes partes del cuerpo. El cerebro y las células son especialmente sensibles a la falta de oxígeno, lo que puede dar lugar a problemas mentales, fatiga y debilidad muscular. Es importante prestar atención a los signos de baja saturación de oxígeno y buscar atención médica si es necesario. Además, en el contexto de la pandemia de COVID-19, es crucial tomar precauciones para proteger nuestra salud y la de los demás.