La lavanda es una hermosa planta que no solo puede ser una gran decoración para tu hogar o jardín, sino que también tiene numerosos beneficios medicinales. En este artículo, te explicaremos cómo secar la lavanda y para qué puedes utilizar las flores secas de lavanda. Además, te enseñaremos cómo preparar una infusión de lavanda y cuáles son sus propiedades curativas. Sigue leyendo para descubrir todo sobre el uso de la lavanda como planta medicinal.
Qué se puede hacer con la planta de lavanda
La lavanda es una planta plurianual con hermosas flores decorativas y un olor intenso. El aceite obtenido de ella tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Además, la presencia de esta planta en casa o en el jardín también trae muchos beneficios, como alejar los mosquitos y atraer insectos útiles. También vale la pena utilizar las flores secas de lavanda, ya que darán un olor agradable a los textiles del hogar y los protegerán de las polillas. A continuación, te aconsejaremos cómo preparar lavanda seca por tu cuenta.
¿Cuándo recolectar lavanda?
La lavanda se cosecha para secarla en julio o agosto. Es importante recolectarla justo antes de que las flores estén completamente abiertas, cuando la mayoría de ellas todavía están en capullos y ya se puede ver el color de las inflorescencias. En este momento, la lavanda contiene la mayor cantidad de aceites esenciales.
Curiosamente, la hora de la recolección también es importante. Es mejor hacerlo al mediodía, ya que en este momento la concentración de aceites es más alta que en la noche y la planta ya no está mojada del rocío de la mañana, lo que podría contribuir a la aparición de moho durante el secado. Para cortar la lavanda, es recomendable utilizar una podadora afilada.
¿Cómo secar la lavanda?
Al secar la lavanda, tener paciencia y evitar acelerar el proceso, ya que esto puede ser dañino. No se recomienda secar la lavanda en el horno o al sol, ya que solo el secado lento, a una temperatura inferior a 40 grados, puede conservar los valiosos ingredientes volátiles. Además, si se seca al sol, la planta perderá su precioso color.
La mejor manera de secar la lavanda es dejar que se seque naturalmente. Para ello, se deben dividir las flores en pequeños racimos y atarlos con una banda elástica. A continuación, se cuelgan los racimos con la inflorescencia hacia abajo en un lugar sombreado y no muy caluroso, donde haya corriente de aire. Es importante asegurarse de que las flores estén completamente secas antes de utilizarlas, ya que si retienen un poco de humedad, es posible que se desarrollen moho rápidamente. En condiciones óptimas, la lavanda tarda aproximadamente una semana en secarse.
Cómo utilizar la lavanda seca
Una vez que la lavanda esté completamente seca, se puede utilizar de diversas formas. Las flores, que no se separan de los tallos, se pueden utilizar para hacer ramos decorativos. Además, la lavanda se utiliza comúnmente en la industria cosmética para la elaboración de jabones naturales y sales de baño.
También se puede utilizar en la cocina para preparar postres originales, como pasteles o helados. La lavanda seca también se puede utilizar para preparar una infusión, especialmente si se utiliza lavanda de hoja estrecha, también conocida como lavanda medicinal (Lavandula angustifolia).
Una de las formas más populares de utilizar la lavanda seca es en saquitos perfumados. Estos saquitos, también conocidos como bolsas aromáticas, se utilizan en habitaciones pequeñas, coches, armarios, vestidores y guardarropas para dar a los textiles una fragancia hermosa y natural, y ofrecer una buena protección contra las polillas. También se colocan con frecuencia en las habitaciones infantiles, ya que su fragancia relajante ayuda a los más pequeños a dormir bien.
Propiedades curativas de la infusión de lavanda
La infusión de lavanda tiene numerosas propiedades curativas. Se utiliza para aliviar el estrés, combatir la ansiedad y aplacar el insomnio. Además, puede mejorar la digestión, aliviar el dolor, y tiene propiedades antiinflamatorias. También se ha demostrado que la infusión de lavanda tiene un efecto beneficioso en el sistema nervioso y reduce la frecuencia del dolor de cabeza.
Para preparar una infusión de lavanda, simplemente hay que poner una cucharadita colmada de lavanda seca en una taza y verter agua hirviendo. La infusión debe reposar durante unos 5-10 minutos. Se puede consumir tanto caliente como fría, y se puede enriquecer con una cucharadita de miel y jugo de limón para potenciar sus propiedades curativas y mejorar su sabor.
Tener en cuenta que la infusión de lavanda está contraindicada en personas que sufren de epilepsia, gastritis, colitis o síndrome del colon irritable. Tampoco se recomienda su consumo durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 6 años.
La lavanda es una planta versátil que puede utilizarse tanto como decoración como planta medicinal. Ya sea en forma de flores secas, aceite esencial o infusión, la lavanda tiene numerosos beneficios para la salud y puede ser utilizada de diversas formas. Así que no dudes en aprovechar todas las propiedades de esta maravillosa planta.