Radiaciones en medicina: tipos y usos

La radiación es una forma de energía que se utiliza en medicina para diversos fines, como el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Existen diferentes tipos de radiaciones que se utilizan en medicina, cada una con sus propias propiedades y efectos. En este artículo, exploraremos los tres principales tipos de radiaciones utilizadas en medicina: la radiación ionizante, la radiación no ionizante y los rayos X.

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Índice

Radiación ionizante y no ionizante

La radiación se divide en dos categorías principales: radiación ionizante y radiación no ionizante.

La radiación ionizante es aquella que tiene suficiente energía para eliminar los electrones de los átomos, lo que se conoce como ionización. Esta radiación puede ser perjudicial para los seres vivos, ya que puede dañar el tejido y el ADN de los genes. La radiación ionizante se utiliza en la medicina en técnicas como la radioterapia y las pruebas de imagen por rayos X.

Por otro lado, la radiación no ionizante no tiene suficiente energía para eliminar los electrones de los átomos, pero puede desplazar los átomos de una molécula o hacerlos vibrar. Ejemplos de radiación no ionizante son las ondas de radio, la luz visible y las microondas.

Tipos de radiación ionizante

Partículas alfa

Las partículas alfa son partículas cargadas positivamente que están compuestas por dos protones y dos neutrones del núcleo del átomo. Estas partículas son emitidas por elementos radiactivos como el uranio, el radio y el polonio. Las partículas alfa tienen mucha energía, pero son tan pesadas que agotan su energía en distancias cortas y no pueden alejarse mucho del átomo.

Las partículas alfa no pueden penetrar la capa externa de la piel, por lo que no representan un riesgo significativo cuando se encuentran en el exterior del cuerpo. Sin embargo, si se inhalan, ingieren o ingresan al cuerpo a través de un corte, pueden causar daño al tejido vivo. Las partículas alfa son más peligrosas que otros tipos de radiación debido a la forma en que causan daño a las células y al ADN.

Partículas beta

Las partículas beta son partículas pequeñas y rápidas con carga eléctrica negativa que son emitidas desde el núcleo de un átomo durante la desintegración radiactiva. Estas partículas son emitidas por átomos inestables como el tritio, el carbono 14 y el estroncio 90.

Las partículas beta son más penetrantes que las partículas alfa, pero menos dañinas para el tejido vivo y el ADN. Pueden ser detenidas por una capa de ropa o una capa delgada de una sustancia como el aluminio. Sin embargo, si se inhalan o ingieren, pueden causar daños como quemaduras en la piel.

Rayos gamma

Los rayos gamma son paquetes de energía sin peso llamados fotones. Son similares a la luz visible pero tienen una energía mucho más alta. Los rayos gamma son emitidos junto con partículas alfa o beta durante la desintegración radiactiva.

Los rayos gamma pueden penetrar fácilmente las barreras que detienen a las partículas alfa y beta, como la piel y la ropa. Pueden atravesar completamente el cuerpo humano y causar daño a los tejidos y al ADN.

Radiografías y rayos X

Los rayos X son una forma de radiación ionizante que se utiliza ampliamente en medicina para el diagnóstico de enfermedades y lesiones. Las radiografías son una de las fuentes más comunes de exposición a la radiación producida por el hombre.

Las radiografías utilizan rayos X para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo. La radiación de rayos X puede penetrar en los tejidos del cuerpo y producir imágenes de los huesos y otros tejidos blandos.

Aunque los rayos X pueden ser perjudiciales en grandes cantidades o con exposiciones frecuentes, los beneficios diagnósticos de las radiografías superan los riesgos en la mayoría de los casos. Los profesionales de la salud toman precauciones para limitar la exposición a la radiación durante las radiografías y utilizan dosis bajas de radiación cuando es posible.

Las radiaciones que se utilizan en medicina, como la radiación ionizante y los rayos X, son herramientas valiosas para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Sin embargo, es importante utilizar estas radiaciones con precaución y seguir las pautas de seguridad para minimizar los riesgos asociados con la exposición a la radiación.

Siempre consulte a un profesional de la salud para obtener información y asesoramiento específico sobre los riesgos y beneficios de las radiaciones utilizadas en su caso particular.

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