Creosota: uso medicinal y peligros

La creosota es un residuo tóxico compuesto por numerosos productos químicos que se obtiene tras la combustión de madera, combustibles fósiles o alquitrán a altas temperaturas. Esta sustancia es especialmente peligrosa si se acumula sin control en las chimeneas, ya que puede generar incendios e incluso afectar la salud de las personas. En este artículo, te explicaremos qué es la creosota, cómo se forma y cuáles son los riesgos asociados a su acumulación.

Índice

¿Qué es la creosota?

La creosota es un residuo tóxico que se obtiene después de la combustión de diferentes materiales, como la madera, los combustibles fósiles o el alquitrán. Se forma a altas temperaturas y está compuesta por una mezcla de productos químicos. La creosota se adhiere en la mampostería del conducto de escape de humos de las chimeneas y, si no se retira periódicamente, puede acumularse y crear gruesas capas.

La creosota es inflamable, lo que significa que puede generar incendios si no se elimina de forma segura. Además, esta sustancia puede obstruir el flujo de aire, lo que dificulta una correcta combustión y empeora la eficiencia energética del sistema. Sin embargo, el mayor riesgo asociado a la creosota es su toxicidad, por lo que es indispensable eliminarla anualmente.

Tipos de creosota

Existen tres tipos de creosota, dependiendo del grado de combustión al que haya sido sometido el combustible. El primer tipo es similar al hollín, suave e incluso líquida, y puede retirarse con facilidad. Sin embargo, es peligrosa y cancerígena. El segundo tipo de creosota se acumula formando entramados similares a los panales de abejas, es quebradiza y altamente inflamable, lo que puede generar incendios rápidamente. El tercer tipo de creosota se endurece y ennegrece, formando una pátina de color brillante que solo puede retirarse con maquinaria especializada.

Es importante contratar a expertos para la limpieza de las chimeneas al menos una vez al año, con el fin de evitar la acumulación de esta peligrosa sustancia. Además, una puesta a punto anual asegurará un consumo más eficiente de combustible y un ahorro a largo plazo.

Peligros de la acumulación de creosota

La acumulación de creosota en las chimeneas puede causar varios problemas, tanto para la salud como para la seguridad. Algunos de los principales riesgos son:

Problemas dermatológicos y respiratorios

  • La creosota puede causar irritación en la piel y las mucosas, tanto por contacto directo como por exposición al humo o al polvo que se desprende de la madera tratada con creosota.
  • Esta irritación puede durar desde unas horas hasta varios días, dependiendo de la intensidad y duración de la exposición.

Aumento del riesgo de explosiones e incendios

  • La creosota puede causar explosiones o incendios si la temperatura del conducto o la chimenea supera los 200°C.
  • Esto puede ocurrir si se quema leña húmeda, se cierra el tiro de la estufa o se produce un efecto chimenea inverso.
  • Estos incendios pueden propagarse rápidamente y poner en riesgo la estructura del aparato y la seguridad de las personas.

Intoxicaciones

  • La acumulación de creosota puede provocar intoxicación por monóxido de carbono si el humo no sale correctamente por el conducto o la chimenea y se acumula en el interior de la casa.
  • El monóxido de carbono es un gas que se produce por la combustión incompleta de la leña y puede causar síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas y debilidad.
  • En casos graves, la intoxicación por monóxido de carbono puede ser mortal.

Eliminación y prevención de la creosota

Para eliminar la creosota de las estufas de leña, es importante seguir algunos pasos:

  • Apagar la estufa y dejar que se enfríe por completo antes de intentar limpiar la creosota.
  • Retirar las cenizas con una pala o una aspiradora, teniendo cuidado de no respirar el polvo o el humo.
  • Frotar las paredes, las puertas y el brasero de la estufa con un cepillo de alambre o un deshollinador para eliminar la creosota adherida.
  • Limpiar el interior de la tubería con el mismo cepillo o deshollinador y aspirar los restos que salgan por los extremos de la tubería.
  • Repetir este proceso al menos una vez al año o cada vez que se note un mal funcionamiento de la estufa o se produzca mucho humo.

Para prevenir la formación de creosota, se recomienda:

  • Utilizar leña seca y bien curada, con un contenido de humedad inferior al 20%.
  • Mantener un fuego vivo y constante en la estufa para mantener una temperatura alta en el conducto o la chimenea.
  • Regular adecuadamente el aire primario y secundario de la estufa para lograr una buena combustión.

La creosota es un residuo tóxico que se forma en las chimeneas y estufas de leña y puede causar problemas de salud y seguridad. Es importante eliminarla periódicamente y seguir buenas prácticas para prevenir su formación. Si tienes alguna duda o necesitas ayuda, no dudes en contactarnos. ¡Estaremos encantados de ayudarte!

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