Frecuencia cardíaca: ¿qué es y cómo afecta a la salud?

El BPM, o beats per minute en inglés, se refiere a la frecuencia cardíaca, es decir, el número de latidos que el corazón realiza en un minuto. La frecuencia cardíaca es un indicador importante de la salud cardiovascular y puede variar según diversos factores, como la edad, el nivel de condición física y la presencia de enfermedades o condiciones médicas.

Índice

¿Cuál es la frecuencia cardíaca normal?

Según la Mayo Clinic, la frecuencia cardíaca normal en reposo para adultos oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. Una frecuencia cardíaca más baja en reposo generalmente indica una función cardíaca más eficiente y un mejor estado físico cardiovascular. Por ejemplo, los atletas bien entrenados pueden tener una frecuencia cardíaca en reposo cercana a 40 latidos por minuto.

Para medir la frecuencia cardíaca, simplemente puedes tomarte el pulso. Coloca tus dedos índice y mayor en el cuello, al lado de la tráquea, o en la muñeca, sobre la arteria radial. Siente el pulso y cuenta el número de latidos en 15 segundos. Multiplica ese número por cuatro para obtener tus latidos por minuto.

Tener en cuenta que la frecuencia cardíaca puede verse afectada por diversos factores, como la edad, el nivel de condición física, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares, el colesterol alto, la diabetes, la temperatura ambiente, la posición del cuerpo, las emociones, el tamaño del cuerpo y los medicamentos que se estén tomando.

Aunque existe un amplio rango de normalidad, una frecuencia cardíaca inusualmente alta o baja puede indicar un problema subyacente. Si tu frecuencia cardíaca en reposo está constantemente por encima de 100 latidos por minuto (taquicardia) o por debajo de 60 latidos por minuto (bradicardia), especialmente si experimentas otros síntomas como desmayos, mareos o dificultad para respirar, es recomendable consultar a un médico.

¿Qué pasa si tengo más de 80 latidos por minuto?

Según un estudio realizado por el Institut Hospital del Mar d'Investigaciones Biomèdiques (IMIM) en España, tener más de 70 pulsaciones por minuto se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y una mayor probabilidad de muerte. El estudio analizó datos de más de 10,000 participantes durante un período de más de 10 años.

El estudio encontró que a partir de 70 pulsaciones por minuto, cada incremento de 10 pulsaciones por minuto aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en un 30%. Por lo tanto, las personas que tienen 80 latidos por minuto en reposo tienen un 30% más de riesgo de morir en los próximos 10 años en comparación con aquellas que tienen 70 latidos por minuto.

Estos resultados demuestran que la frecuencia cardíaca puede ser un indicador sencillo pero útil para evaluar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad en un período de tiempo determinado. Para reducir el número de pulsaciones, se recomienda evitar el consumo de sustancias estimulantes y realizar ejercicio físico o meditación.

¿Qué es el BPM alto?

El BPM alto se refiere a una frecuencia cardíaca rápida, es decir, más de 100 latidos por minuto. Esto se conoce como taquicardia y puede estar asociado a diversas condiciones médicas, como el estrés, la ansiedad, la deshidratación, el consumo de cafeína o estimulantes, y ciertas enfermedades cardíacas o endocrinas.

Si experimentas un ritmo cardíaco anormal o palpitaciones, es importante consultar a un médico, ya que estas sensaciones pueden ser un signo de arritmia, que es un ritmo cardíaco anormal. Aunque la mayoría de las palpitaciones no son graves, es necesario evaluar cualquier síntoma relacionado con el corazón para descartar problemas subyacentes.

El BPM, o frecuencia cardíaca, es un indicador importante de la salud cardiovascular. Una frecuencia cardíaca normal en reposo para adultos oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. Tener más de 80 latidos por minuto en reposo se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad. El BPM alto, o taquicardia, puede estar asociado a diversas condiciones médicas y es importante consultar a un médico si se experimentan palpitaciones o ritmos cardíacos anormales. Mantener un estilo de vida saludable y realizar actividad física regularmente puede ayudar a mantener una frecuencia cardíaca dentro de los rangos normales.

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